1.9.09

Debutantes

El próximo 13 de diciembre miles de jóvenes tendrán la posibilidad de elegir por primera vez al presidente de Chile y por lo mismo, captar el voto de este segmento se ha convertido en uno de los principales objetivos de los diferentes candidatos. Desde el gobierno y la oposición se han lanzado campañas fomentando la participación política, pero sobre todo la inscripción en los registros electorales. Porque las cifras no dejan de ser preocupantes, ya que según la V Encuesta de Juventud realizada por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), el 68,1 por ciento de los jóvenes entre 18 y 29 años no está inscrito para votar.

Dentro de este contexto resulta interesante conocer qué piensan sobre el tema los jóvenes que decidieron votar por primera vez. Y una de las cosas que queda clara es que aún cuando voluntariamente se inscribieron para participar de las elecciones en diciembre, eso de que gran parte de la juventud está desencantada o cansada del sistema político no es solamente un cliché, sino una realidad de la que está bien que quienes tienen el poder comiencen a hacerse cargo.

Conversé con nueve jóvenes debutantes y cinco de ellos van a votar por Sebastián Piñera. Si bien ninguno se siente plenamente satisfecho o identificado con el candidato, una de las razones para votar por él es porque quieren que la Concertación abandone el Palacio de La Moneda. Rodrigo Mora (21), estudiante de arte de la Universidad del Desarrollo, sostiene que va a votar por Piñera a ojos cerrados. "Creo que si se trata de tener renovación en la política, si se trata un poco de cambiar el sistema actual, el único cambio posible lo representa este sujeto. Además, es el mal menor contrastándolo con las otras opciones", dice Rodrigo.
Dos de los jóvenes que entrevisté dicen que se sienten más identificados con la Concertación y que no podrían votar por un candidato de derecha, menos por Piñera. Michelle Ferruz (18), estudiante de periodismo de la Universidad Alberto Hurtado, dice que este candidato es totalmente contrario a lo que le gusta de una persona. "Me desagrada su voz, su presencia, lo encuentro a veces muy falso. Si eres millonario no puedes decir que has gastado diez millones de pesos en publicidad. Y además lanzó su candidatura en un lugar carísimo, entonces por último que reconozca que ha gastado harta plata", dice Michelle.

Marco Enríquez-Ominami, candidato independiente, ha sido una una de las principales novedades de la campaña presidencial. Entre otras cosas, se dice que su candidatura es un reflejo del desgaste que experimentan los personajes políticos tradicionales, especialmente entre la juventud. Sebastián Carreño (25), estudiante de periodismo de la Universidad Alberto Hurtado, se inscribió este año para votar por Enríquez-Ominami. "No me inscrbí antes porque nunca hubo un candidato por el que creyera que valía la pena votar, y tampoco quería votar por el menos malo", dice Sebastián.
Enríquez-Ominami presenta ideas diferentes y atractivas, algo que obligó a los otros candidatos a cambiar el estilo de sus campañas, por ejemplo, a través de la inclusión de jóvenes como Sebastáin Bowen y Francisco Irarrázaval, personajes nuevos en el mundo político. Aún cuando todos los que entrevisté creen que lo anterior responde en gran medida a una estrategia de campaña, también piensan que a la larga estos personajes pueden cambiar el sistema político. Isidora Henríquez (19), estudiante de ingeniería comercial de la Universidad Católica, va a votar por Piñera pero cree que Bowen es un buen candidato a futuro. "Lo encuentro muy cuerdo (a Bowen), le creo totalmente, yo pienso que él está realmente interesado por el país, sobre todo porque viene de Un Techo para Chile", dice Isidora.

Al preguntarles qué les parece la campaña presidencial hasta el momento, la mayoría concuerda en que aparte de Enríquez-Ominami, ésta ha sido más bien aburrida, ya que los candidatos se han preocupado más de pelear con sus rivales que de otra cosa. "De repente encuentro ridícula la campaña, todo el tiempo los candidatos intentan sobresalir descalificando a los demás. Compiten entre ellos y se insultan, y lo que falta son debates y propuestas", dice Michelle Ferruz.

Que un 68,1 por ciento de los jóvenes no esté inscrito para votar tiene que ver con la falta de interés por lo que pasa en Chile, pero en nigún caso debe meterse a todos en un mismo saco. Además, ese porcentaje refleja también las fallas de un sistema político excluyente, que cada día se vuelve menos representativo, sobre todo para los que consideran obsoleto el clivaje del SI y el NO. Quienes decidieron inscribirse a pesar de lo anterior concuerdan en que la política no deja espacio para que los jóvenes se interesen por ella. Agustín Téllez (21), estudiante de odontología de la Universidad Mayor, cree que votar es un buen comienzo para cambiar las cosas, pero no culpa a quienes no se inscriben. "La política no tiene nada que ofrecer a los jóvenes, es poco atractiva, corrupta y disfuncional. Además, lo único que hace es favorecer a las minorías de este país", dice Agustín.











1 comentario:

Alfredo Sepúlveda dijo...

interesante, buena muestra de opiniones, pero dos de los entrevistados son compañeros de curso?