9.5.09

José Emilio Pacheco gana Premio Reina Sofía

Un premio merecido

* Por Matías Rivas

Antes de entrar en consideraciones, hay que ser razonable y directo: José Emilio Pacheco merece sin dudas el premio Reina Sofía por su obra como poeta, traductor y narrador. Es una figura cultural mexicana indiscutible en el mapa de las actuales letras en español, y eso se debe a su calidad como artesano del lenguaje y a su coherencia intelectual y estética.

Su mirada como poeta y prosista siempre ha estado fijada en tres temas fundamentales: la infancia, el malestar existencial ante el absurdo cotidiano y la muerte. Pacheco desarrolla sus obsesiones mediante imágenes límpidas, que logran la transparencia sin solemnidad ni dramatismo. Apela a la metáfora y a los tonos del lenguaje como recursos, y aunque absorbe algo del habla de la calle en sus versos, en lo esencial es un poeta conciente de cada una de las palabras que dispone en sus versos, en los que no faltan las citas clásicas, las parodias cultas y cierta ironía leve. Pacheco se reconoce heredero del legado de Octavio Paz, lo cual se percibe tanto en su poesía como en sus ensayos, muchos de ellos de indudable valor por la nitidez de sus ideas respecto al trabajo de otros autores.

Entre sus variados libros de poemas destacan No me preguntes cómo pasa el tiempo, Islas a la deriva y Trabajos en el mar. En ellos se percibe su estilo depurado y su talento para hacer visible aquello que metafísicamente nos rodea, pero que permanece agazapado en los objetos y en el lenguaje sin que lo notemos, hasta que alguien como Pacheco nos ilumina con su precisión y distancia para que reaccionemos junto a él ante lo extraño. Según sus propias palabras: "Llamo poesía a ese lugar del encuentro/ con la experiencia ajena. El lector, la lectora/ harán o no el poema que tan sólo he esbozado".

En su obra se percibe la huella de autores preocupados de su disposición ante el lenguaje y cuidadosos de las formas poéticas acuñadas por la tradición. Lo cual no implica que desconozca otras vertientes literarias. Prueba de ello son sus declaraciones al respecto y sus ensayos. El año 2004, sin ir más lejos, cuando recibió el Premio Pablo Neruda, reveló su vínculo con la poesía chilena y dejó claro su apego a la lírica: "En 1966 descubrí, por orden de aparición, a Nicanor Parra, Gonzalo Rojas, Pedro Lastra, Óscar Hahn y Enrique Lihn. Digo por orden de aparición, porque en orden de importancia, el encuentro con Gonzalo Rojas fue y sigue siendo definitivo".

Su obra narrativa es tan significativa como su poesía, aunque menos celebrada. Destacan sus libros en prosa: Las batallas en el desierto, El principio del placer y El viento distante. En ellos Pacheco insiste en temas similares a los de su poesía, pero con otras modulaciones y con la misma falta de pretensión que lo distinguen.

En lo personal, me parece que su obra está lejos de la intensidad a la que nos hemos acostumbrado los lectores chilenos con poetas de más voltaje. Hay algo deslavado y pálido que se esconde tras la falta de ínfulas del estilo de Pacheco. Es la deliberada falsa modestia que se huele como una retórica de lo escuálido en algunos textos. Pero sería mezquino negar que Pacheco tiene, como hombre de letras, una relevancia destacable.

( Diario La Tercera, 8 de mayo)


* Director de Extensión y Publicaciones de la Universidad Diego Portales.

7.5.09

Nueva ley de Transparencia


Pedro Anguita, abogado:

"Paradojalmente el Congreso Nacional y el Poder Judicial están fuera de la ley de acceso a la información"


Pedro Anguita, experto en Derecho a la Información, asistió a la Universidad Alberto Hurtado para hablar sobre la Ley De Transparencia de la Función Pública y de Acceso a la Información de la Administración del Estado (Ley Nº 20.285)
que comenzó a regir en Chile el 20 de abril de este año. Una iniciativa de este tipo debería elevar en alguna medida el actuar de las autoridades, pero también es fundamental que la nueva ley sea un instrumento que ayude a cambiar el modelo cultural chileno. "Nuestro país es bastante secreto, bastante opaco, y eso no solamente respecto a las instituciones públicas sino también al actuar que tenemos como sociedad", dice Anguita.

Una vez en democracia lo que movilizó a la sociedad chilena -con todo derecho- fue investigar las múltiples formas en que se violaron los Derechos Humanos durante 17 años, y por eso al principio temas como el acceso a la información pública brillaron por su ausencia. Nada se supo de las privatizaciones de empresas estatales y menos de los gastos reservados que abultaron las cuentas de Pinochet, perdón, Daniel López. "Fue un asunto que nadie ha escarbado, salvo las crónicas periodísticas con muy pocos documentos, porque cuando los militares abandonan La Moneda la Lucía Pinochet se llevó hasta los azulejos del baño", dice Anguita.

Pero Frei Ruiz-Tagle -debido a hechos de corrupción en el gobierno de Aylwin- crea la Comisión de Ética Pública. Lo anterior deviene en la incorporación de dos artículos a la Ley de Bases Generales de la Administración del Estado de 1986 (Nº 18.575), los que determinan normas respecto de la probidad y acceso a la información de la administración pública. Esta primera experiencia ocurre en 1999 y termina desvirtuándose, entre otras cosas, porque la ciudadanía no sabía nada del tema, y porque las instituciones se acogían a estatutos como las causales de excepciones para no entregar información (todo era reservado o secreto).

Con una ley que era letra muerta, el año 2005 los senadores Jaime Gazmuri (PS) y Hernán Larraín (UDI) presentan un proyecto para reformarla. Y para que se convirtiera en ley en 2008 fue decisivo que Michelle Bachelet le diera carácter de urgencia."Debo reconocer que la Presidenta de la República fue bastante valiente de haberle dado impulso a esta ley y haberla sacado pocos meses antes de dejar el gobierno", dice Anguita. La nueva ley es autónoma y cuenta con un conjunto de principios que la anterior no tenía, como el de transparencia activa (publicar en los sitios web de cada repartición), el de gratuidad de la información y el hecho de que no se debe expresar ningún motivo por el cual la persona quiere tener acceso a ésta. Hoy, todo documento en posesión de una institución estatal se presume como público, además de los marcos reguladores, la función de cada trabajador, los sueldos, los contratos, etc. Y cuenta con instancias como el Consejo para la Transparencia y la Corte de Apelaciones al momento de resolver demandas respecto del tema.

Con más o menos rigor, cada administración pública dio a conocer sus documentos. Así se supo, por ejemplo, de anomalías como que en el Estado hay más gente que trabaja a honorarios que contratada, o que hay una cantidad de asesores que no se sabe lo que hacen y que reciben sueldos millonarios. Con toda razón se produjo revuelo político, y de ahora en adelante los medios de comunicación tienen un deber aun mayor con la sociedad. "Dentro del rol de futuros periodistas van a poder investigar y cubrir escándalos, corrupciones e ilicitudes que es necesario que vean la luz", dijo Pedro Anguita.

Es un hecho que la democracia en Chile deja bastante que desear, y que casi 30 años de una Constitución redactada en dictadura -y refrendada por la Concertación- no ayuda en nada a la calidad de la vida política, ya que esta se agota en el ejercicio del voto cada ciertos años. Por eso esta ley se erige como una especie de respiro, porque al menos hoy todos podemos tener información que nos permita fiscalizar a las autoridades y obligarlas a rendirnos un mínimo de cuentas. Debemos preguntarnos si es razonable o no lo que sucede en las reparticiones públicas, y desde ahí construir algo mejor. "Esta ley debería ayudar a racionalizar este país y hacer un país más justo, en el cual todo lo que se decida a nivel gubernamental sea con base a criterios no de preferencia política, de vinculación, de nepotismo, clientelismo, etc.", dice el abogado.


















La patética caída de un ídolo



The Wrestler

Uno de los elementos más interesantes de esta película es el juego de realidad y ficción que se da entre el actor y su personaje. Porque al indagar un poco en la trayectoria de Mickey Rourke entonces es posible suponer que su propia experiencia le permitió lograr una caracterización completa y coherente. Al igual que el protagonista de la historia, hace muchos años Rourke había pasado al olvido en Hollywood. Y Darren Aronofsky -director de dramas experimentales como Pi y Réquiem por un sueño- fue el encargado de reposicionarlo como estrella taquillera y candidato al Óscar.

Rourke es Randy “The Ram” (“El Carnero”) Robinson, un ídolo de lucha libre de los años 80 incapaz de pagar el arriendo de su trailer, y menos de asumir el fin de sus días de gloria. El show le ha pasado la cuenta, y hoy Randy es física y sicológicamente un monumento a la decadencia. Apenas escucha por un oído y su corazón anda aun peor. Su cara está totalmente desfigurada, es adicto a los calmantes y esteroides y se tiñe el pelo de un horrible rubio platinado antes de salir a escena. Hace 20 años se hicieron figuras de colección y juegos de Nintendo en su honor, pero en la actualidad su fama se ha reducido a cobrar un par de dólares por autógrafos o por peleas en las que le dan como bombo en fiesta.

Definitivamente Mickey Rourke se roba la película, ya que es el quien lleva todo el peso dramático, porque las otras actuaciones carecen de originalidad y la mayor parte del tiempo apelan a lugares comunes ampliamente manoseados por el cine estadounidense. Uno de los estereotipos es Cassidy (Marisa Tomei), una stríper que vive en la ambivalencia de amar y odiar su trabajo, y que a la vez no quiere enamorarse de su cliente favorito (Randy). Y otro cliché lo personifica la hija de Randy (Evan Rachel Wood), una joven que apenas conoce a su padre, y que sufre por su ausencia y desafección.

The wrestler también aborda el típico tema de la violencia en la sociedad estadounidense, pero de una manera original, porque muestra la verdadera fascinación que sienten los gringos por la lucha libre y sus respectivos ídolos, los que son fácilmente olvidados una vez que sus músculos se desinflan.

Luego de que intenta cambiar su vida trabajando en un supermercado, Randy decide que es el mundo real el que lo lastima y abandona, por eso se conforma con los aplausos de un puñado de personas adictas a la pelea. Pero la verdadera lucha de Randy es personal y mucho más dolorosa que varios combos en la cara. Se trata de un ser humano enfrentado a la ignominia, el envejecimiento y la precariedad; se trata del espejo que anuncia la llegada inevitable de una muerte desprovista de cualquier tipo de honores, fama o gloria.

Creo que The Wrestler es, de todas maneras, uno de los imperdibles hollywoodenses de este año. Y Mickey Rourke, uno de mis nuevos actores fetiche.





5.5.09

Charla sobre influenza porcina en la UAH



Priscilla Prado, infectóloga del Hospital Luis Calvo Mackenna:
"Es fundamental mantener la calma, confiar en las instituciones y en la información que se está dando"


El jueves 30 de abril asistió a la Universidad Alberto Hurtado la doctora Priscilla Prado para informar a alumnos y profesores las características del nuevo virus que partió en México y que ya se ha expandido a varios países.

La amenaza de una inminente pandemia por gripe porcina (influenza A H1N1) se ha tomado los medios de comunicación y colapsado las consultas médicas. Y el hecho de que sea totalmente desconocido lo convierte en motivo de preocupación para los expertos. "El problema de este virus es que ha muerto gente joven, y eso tiene alertada a la comunidad médica", dice Prado.

La influenza tipo A le da a los humanos, a los cerdos, a las aves y a los mamíferos acuáticos, y muta por la interacción entre estas especies. "Ahí se producen estos encuentros nefastos, porque aparecen nuevos virus que nos tienen en este minuto con el desastre más grande", dice la doctora. La influenza porcina actual se debe a una completa mutación del material genético que combinó una cepa de gripe humana, una cepa de gripe aviar y dos cepas de gripe de cerdo
.

La doctora cree que la vacuna para este tipo de influenza estará disponible en unos cuatro o cinco meses más.
"Cuando uno no conoce un virus está todo el mundo susceptible, sensible, nadie le pone barreras, y se replica con gran facilidad", dice Prado. Por eso la única opción por el momento es aislar a los casos sospechosos de inmediato, y si efectivamente están contagiados se les debe tratar con antivirales.

A pesar de lo compleja de la situación, lo más importante es estar tranquilos y confiar en lo que dicen las autoridades y los medios de comunicación: "Tenemos buena información, y esa es responsabilidad de los periodistas, de no alarmar demasiado, de dar buena información", dice la doctora. Además, cree que en la actualidad se cuenta con la tecnología y medicamentos necesarios para tratar este tipo de infecciones si son detectadas a tiempo.

La consulta precoz de quienes crean que tienen influenza porcina es fundamental, sobre todo si la persona ha viajado o ha tenido contacto con personas que estuvieron en México o países donde existan casos confirmados. "En este minuto es el dato que hay", dice la doctora.

Sin embargo, en el caso de Chile la cosa se pone complicada, porque en pocos días comenzará a circular fuertemente la influenza estacional, que tiene la misma sintomatología clínica de la gripe porcina (fiebre alta, cefaleas y dolor muscular). Por eso las personas pueden creer que están contagiadas de la última y saturar los servicios de urgencia. Para que los virus no se superpongan y se pueda mantener la calma, este año se amplió el espectro de vacunación contra la influenza estacional. Y aún cuando esta vacuna no sirve para prevenir la influenza A H1N1, se cree que puede generar algún tipo de barrera. "Probablemente haya algunos antígenos que pudieran ser un poco protectores", dice la doctora Prado.